Medidas empresariales al iniciar un año con alta incertidumbre
Ante un escenario económico externo que se complica día a día producto de una crisis en Europa que está lejos de solucionarse, algunas empresas en Chile..
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Luis Hernán Paúl
Ante un escenario económico externo que se complica día a día producto de una crisis en Europa que está lejos de solucionarse, algunas empresas en Chile manifiestan su preocupación frente a un año 2012 que se proyecta de alta incertidumbre y con riesgos mayores a los de un año normal.
Aunque a la fecha sólo hay algunos países en Europa en recesión, está claro que estamos frente a un problema de carácter global que tendrá consecuencias de mayor o menor magnitud en prácticamente todos los países. La economía mundial está atravesando por un período de alta fragilidad y no es descartable que ocurran eventos (quiebra de una institución financiera grande, fraude empresarial importante, salida del euro de algún país, desintegración de la CEE, etc.) que gatillen el paso a una crisis mucho más aguda.
En este contexto, la pregunta que surge en muchos directorios y en conversaciones con gente que dirige distintos tipos de compañías es si ha llegado el minuto de adoptar medidas concretas.
Sin perjuicio que es incorrecto generalizar porque hay compañías que sin duda están más expuestas que otras a las consecuencias de un deterioro en la actividad económica y/o en los mercados financieros internacionales, mi visión es que a nivel general hay al menos dos aspectos importantes que conviene abordar en el corto plazo.
El primero y más urgente probablemente, para las empresas que están en condiciones de hacerlo, es asegurar el financiamiento requerido para el año. En efecto, teniendo presente las dificultades con que están operando varias de las principales instituciones financieras de Europa y los potenciales efectos que podrían tener fallas en éstas sobre los mercados financieros en el resto del mundo, resulta conveniente levantar fondos ahora. En las últimas semanas hemos visto empresas en Chile que colocaron deuda y estuvieron dispuestas a pagar spreads mayores a los que les exigía el mercado hasta hace pocos meses para aumentar sus niveles de liquidez y dejar cerradas sus necesidades de financiamiento por un tiempo razonable. En el extranjero también hay muchas empresas que se encuentran con altos niveles de liquidez desde hace varios meses por el mismo motivo.
Lo segundo es revisar los planes de inversión de 2012. En la práctica, lo que se ve es que muchas compañías han optado por no ajustar de momento sus inversiones pero sí retrasar algunas un tiempo mientras se aclara más el panorama. Otras empresas, en cambio, ya han tomado la decisión de bajar su nivel de inversiones. Se trata de una decisión, en todo caso, para la cual es básico no dejarse llevar por lo que están haciendo otras compañías, sino que actuar en función de la situación puntual que está enfrentando cada empresa, considerando especialmente el efecto que está generando la desaceleración económica en la demanda de sus productos o servicios y el mayor costo de financiamiento de las inversiones.
Varios economistas reputados han indicado que la crisis actual es parecida a la que vivió el mundo en 2008 y 2009, pero con la diferencia que esta vez se está desarrollando más lentamente y de momento es menos profunda. No es un shock tan brutal y rápido como el que se vivió después de la quiebra de Lehman Brothers. Ello, en cierta forma, es positivo porque al menos tenemos experiencia en cómo se debe actuar frente al tipo de crisis que podría devenir.
Por lo tanto, hay que aprovechar de descansar en Chile mientras las cosas se mantienen razonablemente en orden, pero estar preparados si la situación finalmente se termina complicando, caso en el cual tendré que referirme en una futura columna a la adopción de medidas adicionales. Obviamente, mi preferencia sería no tener que hacer esto y abordar por el contrario temas de carácter más positivo respecto de la coyuntura empresarial del año que estamos comenzando.
Feliz año nuevo.